Un solo outfit, una sola película
The Birds: un filme que representa la clase social privilegiada, lo genérico, la independencia y el peligro exterior por medio de un solo vestuario.
En 1963 la pantalla grande se iluminó con un nuevo largometraje dirigido por Alfred Hitchcock, The Birds (Los Pájaros). El filme nos presenta una de las heroínas más autosuficientes e independientes creadas por el director. Asimismo, el vestuario en color verde, con solo un outfit, significaría mucho más que lo instaurado en aquella época.
El personaje principal conocido como Melanie Daniels fue interpretado por la talentosa Tippi Hedren. En The Birds se expresa el uso de la tela para comunicar un discurso, representaciones abstractas. Solo un juego de prendas fue utilizado por la actriz: un conjunto verde. La diseñadora de vestuario para la película fue Edith Head, quien se dice que se inspiró en los diseños de Lisa Fremont para Grace Kelly en Rear Window (La Ventana Indiscreta, otro clásico de Hitchcock).
El personaje de Melanie fue representada como una socialité, perfecta manicura, postura, buenos modales, ropa formal y un traje impoluto que intenta reflejar la perfección de las clases privilegiadas frente a su poder adquisitivo. No obstante, la decisión de mantener el mismo conjunto de indumentaria logra plasmar una mujer mucho más vulnerable y frágil de la propia apariencia captada por la cámara.
Según la diseñadora de vestuario: “Para Hitchcock, el verde evoca una cualidad casta y fresca, que diferenciaba a Melanie de los residentes de Bodega Bay”. El traje verde evoca la apariencia de un Chanel, con líneas simples y el estilo emblemático de la década de los 50s y 60s.
Para el rodaje, se realizaron seis copias del traje para vislumbrar el desgaste de la tela frente a los diferentes ataques de los pájaros junto con detalles menores, como polvo, sangre o tierra. Es uno de los trajes más emblemáticos de la historia del cine. Como toda doble intención lo que parece un traje de dos piezas en realidad es un vestido. Su simpleza permite una fácil identificación y posterior imitación. Lo genérico lo convierte en memorable.
Un vestido de lana verde sin mangas con escote joya, pinzas en los laterales, ajustado por la cintura y con un cinturón decorado con una hebilla a juego. La pieza principal, a su vez, iba acompañada de una chaqueta en los mismos tonos.
La narrativa del vestido fue transmitir un mensaje específico: la posición social. No solo la perfección del vestido connota un poder económico sino también el color elegido, verde, como sinónimo de dinero. La prolijidad del vestuario y su silueta rebasan los límites de la moda contemporánea de aquel momento y su relación con las clases altas.
La simpleza del vestido se corrompe con las joyas que fueron minuciosamente seleccionadas por el director: un collar y pulsera de perlas de dos tonos y varias vueltas y un par de pendientes de oro con gancho para el traje gris antracita, y los mismos pendientes, un collar de oro, un anillo de oro grueso y un delicado reloj de pulsera de oro para el traje verde.
El materialismo, lo ostentoso y lo simple convergen en un filme de casi dos horas. Telas que personifican como la moda se adapta a cada movimiento de cámara, los ataques de los pájaros, la adaptación a un pequeño pueblo y las emociones frente a la novedad. La moda viste pero también desviste un mensaje aún más importante. La permanencia de las mismas prendas durante la película trasladan el significado efímero del textil a las diferentes situaciones de la protagonista.
Una de las tomas clave para dicha representación fueron sus uñas rojas prolijamente pintadas a lo largo de la película. Cuando los pájaros atacan a Melanie la cámara hace un acercamiento de sus uñas, dañadas, con el esmalte corrido y sangre a su alrededor como muestra de la delicadeza de cada parte.
¿Cómo se relaciona nuestro armario con nuestro día a día? Con las situaciones de la calle, con el trabajo, con el hogar.